Acabo de terminar la lectura del libro de Adam Caruso titulado: "The Feeling of things" y quiero dejaros un parrafo que desde mi punto de vista explica porque nuestra profesión esta inmersa en una profunda crisis:
"Actualmente, la idea de erudición, del arquitecto culto, ha sido rechazada. Resulta curioso que, en un mundo de creciente especialización donde artistas y científicos están realizando un nuevo trabajo dinámico desde sus disciplinas, los arquitectos hayan seguido el camino del consultor de gestión empresarial, último ejemplo de generalista vacío. En lugar de responder a los actuales retos técnicos y artísticos desde la disciplina arquitectónica, la práctica general abraza la retórica del mercado para realizar un trabajo dotado de reconocimiento de marca. Las estrategias cibernéticas, filogénicas, paramétricas y de aplicación buscan generar formas totalmente nuevas e inusuales en plantas y secciones, cuando no en ambas. Estos atrevidos perfiles pueden amplificar en incluso sustituir los logotipos corporativos. Al carecer de la complejidad y la ambigüedad que posee la tradición formal arquitectónica, estas formas pierden rápidamente su lustrosa novedad para pasar a una condición de no-nuevas, pero sin ser aún lo suficientemente antiguas como para formar parte del fondo urbano. Esta capacidad de envejecer es demasiado resonante en una era de nuevas marcas y cirugía estética. La arquitectura se practica ahora a una escala global sin precedentes y los principales agentes parecen azuzarse entre sí. ¿Quién logrará el proyecto más grande y el más extravagante formalmente? ¿Quién dirá basta ya?
Nunca ha habido tal cantidad de construcciones basadas en tan pocas ideas."
Bueno, apliquemos el cuento, gracias a Poligrafa por la publicación de este libro y al señor Caruso.